¿De qué se trata?

¿QUÉ SON?

Los lunares o también llamados nevos pueden ser de distintos tipos dependiendo de la forma, color o tamaño y algunos pueden ser benignos, malignos o ser sospechosos (displásicos).

Es importante realizar un control periódico anual con el dermatólogo para el chequeo de los mismos y en el caso de tener algún antecedente familiar, hacerlo más seguido. También el chequeo lo puede hacer el propio paciente teniendo en cuenta que no se deben alterar ninguno de los parámetros del algoritmo “ABCDE” (asimetría, bordes, color, diámetro y evolución). 

Dependerá de el examen con el profesional dermatológico, si el lunar precisa ser estudiado. Si el lunar es benigno se lo puede extirpar con procedimientos quirúrgicos o de estética.

¿CÓMO SE TRATA?

Los lunares que tienen sobre todo relieve son los más faciles de retirar sin necesidad de llegar a una cirugía y los que no tienen relieve por lo general habrá que hacer una pequeña cirugía ya sea para mandarlo a estudiar o no.