Marcadores de la edad
En el proceso de envejecimiento hay signos que van marcando el paso del tiempo. Cambios en el volumen, contorno, aparición de arrugas y discromías en región facial, cuello, escote y manos son los lugares más evidentes. A la hora de cuidarse, el cuello, el escote y el dorso de las manos suelen ser los grandes olvidados, pero la piel de esta zona requiere incluso más cuidados que la del rostro ya que es más fina y más sensible. Se evidencia en mujeres a partir de los 40 años. Entonces aparecen arrugas, manchas y deshidratación cutánea que se deben en gran medida al daño solar acumulado y al envejecimiento cutáneo propio del cuerpo.
Utilizando todos los recursos estéticos disponibles, se busca devolver la hidratación, tersura, elasticidad y reposición de la piel dañada, mejorar las discromías, las arrugas y laxitud del sistema, musculoaponeurótico superficial.
¿CÓMO SE TRATA?
Hay una amplia gama de técnicas y productos que ayudan a obtener excelentes resultados. Algunos de ellos: